domingo, 10 de abril de 2011

COMO POLLO SIN CABEZA

http://youtu.be/FVYleVaBf00
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Gran entrada en el Mini-Estadi barcelonista, con masiva presencia de hinchas foráneos, en una noche ansiada por todos ellos, que sin embargo no pudo ser redonda. Mayoria de aficionados granadinos, que contaron con la Charanga de la Casa de Granada, que no paró de animar a los suyos todo el encuentro; con dos autocares venidos, uno de Lloret de Mar, otro de San Andres de la Barca con cerca de 40 fieles seguidores cada uno; La Peña del Graná en Barcelona y numerosísimos granadinistas llegados de forma particular, que convirtieron los aledaños del estadio azulgrana en un Mini-Los Carmenes espectacular.

Primera parte.

El Granada salió al Mini como viene siendo habitual el sus desplazamientos, o sea, esperando al rival y a verlas venir. Los chicos de Luis Enrique, sin embargo, ofrecieron desde inicio un juego mas de toque y dinámico . A pesar del planteamiento inicial por parte visitante, los pupilos de Fabri se mostraron imprecisos y poco determinantes en las inmediaciones del area rojiblanca. Esto unido al mayor empuje azulgrana, propició las primeras apariciones en ataque de las jóvenes promesas de la Masia.

En los primeros compases del encuentro, el Granada apenas hizo una única apróximacion hacia la porteria culé, aunque en ningun momento suposo el más mínimo contratiempo. No obstante, el encuentro pudo haber cambiado de forma radical si el colegiado del encuentro hubiera señalado penalti tras una mano de Nolito en el área local que al parecer no vio.

Fue entonces cuando el filial blaugrana asestó el primer golpe al partido. Corria el minuton 15 cuando a la salida de un corner, tras una buena jugada combinativa previa, los locales lograron adelantarse en el marcador.

El Granada pareció no despertar y siguió en la misma dinámica de juego. Sin embargo, en una de esas jugadas a la contra que tanto caracteriza a los granadinos, Geijo consiguió penetrar en el área con peligro, tras un sombrero espectacular, y el delantero rojiblanco fue derribado claramente, por lo menos por lo que pudimos ver desde nuestra posición, en lo que hubiera podido significar, si el colegiado lo hubiera apreciado asi, un penalty y la posibilidad de empatar el encuentro (min. 27). Seis minutos más tarde, el arbitro del encuentro, sí estimó pena maxima en el area rojiblanca. Esta vez , bajo nuestro punto de vista, el penal fue claro y nada hay que objetar, mas que al defensa rojiblanco, pues cometió una accion innecesaria al rozar levemente el esferico con el brazo, cuando éste ya se perdia por la linea de fondo. Fue entonces cuando Roberto sacó a relucir la gran calidad que atesora y tras una gran estirada evitó el segundo tanto local.

Ahora sí que los jugadores foraneos parecieron enervarse y reaccionar con algo mas de intensidad y bravura atacante, lo que propició que el poste del zaguero local, tuviera que repeler un envio envenenado de Orellana en una gran jugada individual (min. 39). Ya se disponían ambos contrincantes a abandonar el terreno de juego cuando llegó, en tiempo añadido, un nuevo corner y tras él, el segundo gol local. Asi finalizó el primer acto del encuentro, sin un claro dominador pero con unos chiquillos emulando a sus mayores, con buen toque y mayor pegada.

El colegiado salió entre una estrepitosa pitada, por parte de la aficion visitante, al grito de fuera, fuera.

Segunda Parte

Poco tardaron los catalanes, en la reanudación, en dar el primer aviso a Roberto. Transcurría el minuto 48 cuando una falta a 40 metros del marco granadino, fue a parar al larguero de este. Los jóvenes talentos seguían haciendo correr a su adversario, al que le costaba mucho desgaste fisico recuperar la posesion del esferico y lo perdia con facilidad. Fruto de este dominio, llegó una nueva ocasión culé en el minuto 54.

Poco que reseñar ocurrió sobre el cesped, hasta que de nuevo tras una trabajada combinación local, los azulgranas subieron el tercer tanto al electrónico. No necesitaron mucho más para mantener controlado a su rival, que muy debilmente intentaba sin acierto, poner cerco al meta barcelonés. Tímidas arremetidas de los granadinos que los chavales de Luis Enrique, desmontaban sin aparente dificultad.

La segunda parte se fue consumiendo sin que los azulgranas necesitaran apretar mas de lo que hicieron y a los rojiblancos parecían pesarles las piernas. Fruto de esta aparente apatía, los de la Masia, asestaron un nuevo golpe que acabaria por hundir mas si cabe, a sus oponentes, que bajaron los brazos de forma definitiva. ¡Que fácil parece el futbol cuando lo practica el Barça!

Quienes no descansaron ni un solo segundo, fueron los miembros de la Charanga granadinista, que a pesar de sus esfuerzos, no pudo contagiar su animo al resto de fieles seguidores visitantes.El Granada CF acabó el partido tal y como lo empezó, corriendo detrás de la pelota como pollo sin cabeza.

Ficha Técnica

FC Barcelona B: Masip; Montoya, Bartra, Muniesa, Abraham; Sergi Roberto, Jonathan Dos Santos (Ilie, m. 72), Edu Oriol; Nolito (Saúl, m. 75), Carmona (Víctor Vázquez, m. 63) y Jonathan Soriano.

Granada CF: Roberto; Nyom, Lucena, Mainz, Siqueira; Juande, Mikel Rico, Orellana (Carlos Calvo, m. 46), Benítez (Rubén, m. 80); Abel Gómez (Ighalo, m. 66); y Geijo.

Goles: 1-0 m. 15 Bartra, 2-0 m. 45 Jonathan Soriano, 3-0 m. 69 Jonathan Soriano, 4-0 m. 79 Sergi Roberto.

Árbitro: Eduardo Prieto Iglesias (comité navarro). Expulsó a los rojiblancos Siqueira (m. 34) y Nyom (m. 88) por doble amarilla. También mostró roja a Fabri González, José Alfonso Morcillo (preparador físico) y Jesús Pérez (utillero). Amonestó a los locales Montoya, Sergi Roberto y Jonathan Dos Santos y a los visitantes Dani Benítez, Orellana, Ighalo, Abel Gómez y Geijo.

Incidencias: Partido de liga disputado en el Mini-Estadio de Barcelona ante unos 4.500 espectadores, muchos de los cuales eran seguidores del Granada CF.

martes, 5 de abril de 2011

Opiniones, hechos y la percepción de los mismos

De siempre me ha llamado la atención algunos comentarios de los distintos contertulianos de turno, en los distintos programas radiofónicos, no solo a nivel local, sino también a todos los restantes niveles. Se trata de llenar horas de radio, a veces sin fundamento o alimentando polémicas absurdas, pero esto es lo que demanda la audiencia y ante el fervor popular, nada se puede hacer. Personas que afirman con rotundidad las intenciones o pensamientos de los profesionales del balompié, como si de ellos mismos se tratara. Lo dicen de tal manera, que uno hasta se lo llega a creer y todo, a veces hasta parece que saben de lo que hablan.

Obviamente mi opinión no es extrapolable a todo el mundo, en el periodismo deportivo, como en cualquier otro campo de la vida, hay buenos y no tan buenos profesionales y en cualquier caso, todo es relativo a la opinión de cada cual.

Podemos complicar aún más el asunto si nos paramos detenidamente a observar una sensación olvidada por casi todo el mundo, la percepción de las cosas. Sin mentir ni faltar a la realidad, se puede transmitir un hecho inexistente, dando rienda suelta a las más exageradas interpretaciones. Para introducir a nuestros lectores en lo que quiero exponer, bastará con un sencillo ejemplo. Nos trasladamos a la primera temporada del equipo rojiblanco en la Segunda División B, después de su periplo de cuatro años por la Tercera División del futbol español. Estadio “La Rosaleda” Málaga, finales de la temporada con el Granada aun sin asegurar la categoría. El rival colista, cosechando y encajando goleadas a doquier, tanto como local como visitante, los presidentes de ambos clubes, los hermanos Sanz y un millar de hinchas rojiblancos en las blanquiazules gradas malaguistas. Los jugadores granadinos, se muestran apáticos sobre el césped, desganados, sin nervio y como no podía ser de otra manera, el cordero se comió al lobo. Resultado, uno a cero para el filial malagueño y la decepción de una hinchada a la que se le regaló un viaje pero se le aguó la fiesta. Antes del final del encuentro, con el resultado ya desfavorable a los visitantes, un reducido número de aficionados granadinos, más concretamente los doce o quince jóvenes de la Sección Kolokón que se habían desplazado junto al resto de seguidores rojiblancos, comienzan a pitar a los suyos. Como estábamos casi en familia, la pitada se escucha en todo el estadio, casi vacío de personal. Al día siguiente, leo en un periódico local de Granada el siguiente subtitulo “La afición silva al equipo”. Quien no haya estado allí, puede llevarse una impresión muy distinta a la realidad. Para nada el periodista miente, ni exagera, ni hace nada reprochable, más que contar lo que ocurrió, sin embargo, como digo, lo que se percibe de ese comentario, es sin duda, una situación más grave o alarmante de lo que en realidad la mayoría de aficionados sintió aquel triste día. Unos pocos veinteañeros, pasados de copas en algún caso, vendita juventud, se habían convertido en la soberana afición del Granada CF y de su acto, se podían sacar conclusiones erróneas, del estado de la totalidad de los fieles granadinistas que leerían el diario al día siguiente.

También me llama la atención sobremanera, la actitud de muchos analistas o aficionados con una alcachofa al alcance o una ventana como la que un servidor posee gracias a esta web. Se trata del planteamiento de base para analizar un encuentro a posteriori. Si el Granada gana, ha sido porque Fabri ha estado acertado en su planteamiento, ha acertado en los cambios etc. Si el equipo juega a la defensiva es porque el técnico gallego así lo ha decidido, si marcamos y nos echamos atrás es el Granada CF quien lo provoca, si nos marcan y tiramos líneas hacia delante, somos nosotros quienes ejercemos la presión más arriba. Pero vamos a ver ¿el rival es que no juega? Algo tendrá que ver ¿no? Se trata sin duda, del ego propio del aficionado, sea cual sea su color. Pues no, no todo depende de nosotros, el rival también influye en el juego, así que valdría la pena mirarlo desde esta perspectiva antes de realizar cualquier crónica, ¿no creen?