EMPEZAMOS CON DUDAS

Hay varias formas de plantearse la confección de una plantilla competitiva. Es cierto que el presupuesto se ha reducido notablemente, pero eso no quita para hacer una plantilla equilibrada.


Como os decía hay varias formas de enfocar como se quiere plantear el juego del equipo. Ser muy poderoso en el rebote, ser muy poderoso en el tiro exterior o apostar por tener un equilibrio entre ambas facetas del juego. Esta última es la más aconsejable y las dos primeras, las dejaría para los más osados, ya que, bajo mi opinión, es bastante arriesgada.

La estructura lógica de un equipo de baloncesto, necesita de al menos dos jugadores interiores puros, pero como mínimo, se debería de tener un pívot, que podemos entender, con la reducción de presupuesto, no iba a ser del estilo de Curtis Borchartd, pero de ahí a prescindir de ese puesto, resulta un abismo.

Lo coherente es tener a dos hombres por puesto, entendiendo alguna variación según quien confeccione el plantel, ya que para gustos hay colores y el mercado actual ofrece una variedad extensa de jugadores polivalentes en varios puestos.

La apuesta del CB Granada para esta temporada es arriesgada, quizás demasiado, pero Poch ya demostró sus preferencias en el juego exterior en la pasada campaña, confirmando su confianza en este estilo de juego con la apuesta de este año.

Se puede bajar el nivel técnico (teórico) de la plantilla, pero lo que no se debe de hacer es perder el sentido común. Puedes apostar por ganar los partidos desde la defensa y confeccionar una plantilla de poca calidad pero agerrida y aun así, mantener todos los puestos bien estructurados. También se puede optar por una plantilla mas técnica y con fundamentos contrastados aunque un poco falta de garra y ganar los partidos siendo superior en anotación al contrario, aunque tu defensa sea un coladero. Pero de igual modo, manteniendo una coherencia que cubra todos los puestos en la plantilla.

Como digo, la plantilla actual del Cebé, es una lotería, el día que entren de tres, podremos ganar a cualquiera (o no) pero el día que el juego exterior no esté a la altura, perdemos seguro. Es el problema de apostar a una sola opción de las muchas que ofrece este apasionante juego del balón y la canasta.