Un amigo me decía que este año el Cebé lo iba a pasar muy mal y esgrimí argumentos de peso para sustentar dicha apreciación. Sin embargo, creo que no está en lo cierto. Al menos no del todo. Es cierto que el conjunto granadino no tiene una plantilla compensada en cuanto a su juego interior, pero no es menos cierto que es una opción elegida adrede por el técnico cordobés del club nazarí. Mucho me temo que a Trifon Poch, muy a mi pesar, no le convencen los jugadores del estilo Borchartd, e incluso si me apuran, hasta del corte del joven Maric. Bajo mi punto de vista, aunque sin la firmeza que me pudiera dar el estar al pié del cañón como entrenador de élite, es una tremenda equivocación, pero para eso Poch es mayorcito y él sabrá lo que hace.
Una vez asimilada esa decisión, no me queda más remedio que mirarle el lado bueno al asunto. Sin duda, la confección de la plantilla actual del CB Granada, nos hace pensar en que el equipo será atrevido, rápido y una ametralladora en el tiro exterior. Esta circunstancia nos hace ser muy peligrosos el día que tengamos las “muñecas” calientes. También tendremos nuestros días desastrosos, por lo que nos quedará el consuelo de “divertirnos” viendo el vendaval rival.
Es una decisión arriesgada, aunque promete espectáculo y teniendo en cuenta que, echando una moneda al aire, las posibilidades de victoria son del 50%, no me cabe la más mínima duda de que salvarnos, nos salvaremos, pero nada más.
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