“Fabri a la calle”. Este era el CONTUNDENTE título que había escogido para mi último artículo, antes de la exquisita renovación de Granadacfweb. Por suerte para mi, no llegó a publicarse. Fue después de las duras declaraciones del técnico gallego sobre sus jugadores en el Carlos Belmonte de Albacete. En aquel artículo, venia a decir que Fabri había firmado su finiquito a la mínima que se intuyera la posibilidad de responsabilizarle de algún tropiezo. Que coste que en aquel momento no me parecía lo más justo, a pesar de que los argumentos del mister rojiblanco no me convencían demasiado, y siguen sin hacerlo, pero he de reconocer que de momento, le están saliendo muy bien las cosas.
Ahora, por suerte, el enunciado no tiene sentido ni vigencia, aunque sigo pensando que la directiva no acaba de confiar demasiado en el dueño del banquillo granadinista.
El tiempo le está dando la razón y por lo menos, los resultados así lo atesoran. Nos podrá gustar mas o menos sus planteamientos, pero de lo que no cabe duda es de la eficacia de los mismos. Triunfos en casa ante la Ponfe, el Girona, otro triunfo a domicilio en Salamanca y sendos empates ante equipos punteros como son Las Palmas en la islas y el mas reciente contra el Rayo en un espectacular Los Carmenes a rebosar, pidiendo a gritos gestas mayores a la altura de una gran afición y una magnífica ciudad.
Nos esperan tardes gloriosas con la llegada de visitantes ilustres que devolverán a la sufrida hinchada granadina a tiempos inolvidables, con la ansiedad de reencontrarse con rivales del máximo prestigio mundial. Para eso habrá que esperar un poco todavía, esperemos que no demasiado, todo apunta que Pina y Cia. lo intentaran con ahínco.
Sigo teniendo la sensación, de que al mínimo traspiés de los rojiblancos, se volverá a poner en entredicho la figura del técnico y su trabajo. Este tufillo que envuelve el entorno de Recogidas 35, no es bueno, pero está y hay que saber sobrellevarlo. La firmeza de Fabri y su tozudez nos ha encaramado en la parte noble de la tabla, esperemos que sigamos así, aunque sea a costa de algún infarto que otro, como el día del Girona en casa. Con sufrimiento, los éxitos, saben mejor.
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