Los resultados cosechados por el Granada CF en estas primeras nueve jornadas, dan para que el aficionado esté ilusionado y según de quien se trate, hasta eufórico. Los hinchas podemos permitirnos ese estado de excitación, motivos no nos falta para ello. También la prensa puede dejarse llevar por cierto alo de optimismo, aunque en su caso, deben mantener cierta cordura para que no se desmadre todo en demasía. Los únicos que deben mantenerse al margen, son los jugadores y cuerpo técnico y seguir como hasta ahora, con paciencia, confianza y seriedad.
El conjunto rojiblanco, se ha enfrentado a seis de los siete primeros clasificados de la competición, demostrando estar a su altura y no desmerecer, para nada, la categoría que se estrena este curso. Para un recién ascendido, este es el primer objetivo y por ahora se ha cumplido. El puesto duodécimo en la tabla, deja bien claro el potencial del equipo y las posibilidades del mismo. Se da la circunstancia de que de los equipos que están peor clasificados que el Granada, tan solo nos hemos enfrentado a uno, el Albacete. Esto no quiere decir nada a efectos prácticos, pero si que supone un claro ejemplo de lo que este conjunto puede alcanzar.
Que no se repita.
Hablo de memoria, pero esta situación que vivimos ahora, me es familiar. La última vez que la entidad de Recogidas militó en la división de plata del futbol español, se produjo algo parecido. Los jugadores rojiblancos, en aquellos momentos verticales, dirigidos por Joaquín Peiró, iniciaron el campeonato en un estadio histórico, como lo es San Mames, aunque ante el filial de los leones. El resultado fue de empate a cero. Poco después se cosechó un empate a tres ante los insulares tinerfeños y muy pronto se empezó a hablar de la llegada de un tal “Maradona” a las filas granadinistas. Mucho revuelo y el esperado debut del “astro” argentino no pudo ser mejor. Cinco a uno ante un Depor, que pocos años mas tarde, se convertiría en el “Súper Depor” dirigido por Arsenio Iglesias y comandado por Bebeto. No hace falta recordar como acabó aquella aventura ¿verdad?
Un buen inicio liguero no garantiza nada, pero tampoco se trata de deprimirnos ahora. Se están haciendo bien las cosas y de momento, la ilusión actual, no hay quien nos la quite. El segundo objetivo de un novato en la categoría, es la permanencia, vamos por buen camino.
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