27 HORAS PARA OLVIDAR

Este es el tiempo que el aficionado al deporte granadino y por ende español, ha necesitado para terminar con buena parte de sus ilusiones.
El martes de la semana pasada, nos disponíamos a disfrutar de un espectacular partido de futbol entre la actual campeona mundial y la selección albi celeste de Messi y compañía. El varapalo fue tremendo. Un correctivo en toda regla, según dicta el contundente marcador de 4-1. En realidad no fue tal sobre el terreno de juego. España dispuso de varias ocasiones para haber adecentado el marcador, entre las que podemos destacar dos disparos a la madera.
Ya puestos a opinar, no quiero dejar pasar la ocasión de dar mi visión sobre la alineación presentada por Del Bosque en tierras americanas. En la selección española están los mejores y mal hace el mister salmantino en entrar al trapo de ciertas criticas por su elección de jugadores. Casi son peores sus explicaciones, que sonaron a dar la razón a quienes le criticaron. “Si no los saco en estos partidos ya me diréis cuando” aseveró Vicente en una de sus alocuciones. Pues mire usted, eso es la peor explicación que un jugador titular espera oír de su técnico.

Dejemos a un lado la “roja” y sigamos con la otra selección, a la que la semana pasada fue dedicado este espacio. Brutal fue la decepción que padecí el miércoles siguiente al desastre futbolero. Rudy, Ricky, Gasol y el resto del equipo nacional de la canasta, no estuvieron a la altura de mis ilusiones, que los colocaba entre los mejores del mundial y sucumbieron de forma dolorosa ante la Serbia del sorprendente Teodisic y su triple de 8 metros. Continuaba así mi calvario de 27 horas para olvidar.

Ese mismo miércoles, decidí apostar toda mi ilusión en el equipo de Pina, que esa noche jugaba un duelo copero con sabor a revancha, ante el Betis en el estadio Los Carmenes. Convencido de que el Granada paliaría todas mis penas, enchufé el ordenador y seguí en directo la retransmisión del encuentro. Buena entrada, la afición volcada y un dos cero me alegraron el rostro por momentos. Pero la noche estaba por acabar y todo se torció definitivamente. Vaya 27 horas fatídicas para un servidor y cualquier aficionado en mi misma situación. Recompongámonos y miremos para adelante con paciencia.

Ya en liga, el Granada tampoco ha podido reconducir su situación y volvió a caer en el Carlos Belmonte de Albacete, nada, esperemos nuevamente a una nueva oportunidad y a que el CB cambie esta dinámica de malos resultados, mi corazón y mi felicidad, depende en parte de ello.