EL POTENCIAL ECONÓMICO DE GRANADA

Como avancé la semana pasada, voy a desmenuzar lo que es mi opinión sobre el potencial de nuestra ciudad, para mantener dos equipos de deportes distintos en la élite nacional.
Bajo mi modesto y lejano punto de vista, ambos proyectos son totalmente viables. El deporte en general, depende, en su gran mayoría, del aporte económico de empresas y capital privado. El futbol en particular, además, tiene la capacidad de arrastrar mas masa social y por ende, de ingresar mas dinero de sus socios o abonados, aunque justo es reconocer, es de cajón, que también el coste de mantenimiento es superior al baloncesto. En nuestro país el deporte rey es el balompié y las posibilidades de ingreso se multiplican para los equipos clasificados en la LFP. Ingresos televisivos, publicitarios, venta de merchandising y todo el potencial que supone ser capital de provincia. El futbol es más autosuficiente por todo lo comentado anteriormente. Que nadie se engañe, quienes están inmersos en directivas o juntas de administración, lo hacen para ganar dinero, ya sea con comisiones, negocios vinculados o cualquier otro tipo de ganancias, lo cual me parece perfecto y cualquier hijo de vecino, si tuviera suficientes conocimientos y preparación, haría lo mismo. Pina y compañía, ya han demostrado de lo que son capaces. Conseguir una plantilla de cierto nivel mediático no les supone un problema. Jugadores de calidad contrastada, que a priori, te garantizan luchar por el ascenso de categoría. Los actuales mandatarios rojiblancos, no están poniendo dinero en efectivo en las arcas granadinas, pero si que están invirtiendo en jugadores de calidad. Veremos a ver como dejan la entidad cuando se marchen, lo que ellos han traído, con ellos se marchará. Está claro, que si no vieran negocio, no estarían aquí. El potencial de Granada está por explotar y lo hará mas pronto que tarde.
Tenemos claros ejemplos de “barrios” que han estado en Primera e incluso han disputado una final de UEFA (Rayo Vallecano). Por lo visto, según algunos, Vallecas tiene mas dinero que Granada, a nivel de empresas, ayuntamiento, ciudadanos, etc. Lo mismo ocurre con Villarreal (no confundir con Castellón, es como si a Maracena le otorgamos el nivel competitivo y económico de Granada). En este caso en concreto, una empresa mantiene a los amarillos y naranjas en futbol y baloncesto respectivamente. Zaragoza tiene la Pilarica y nosotros La Alhambra, otro argumento más.
Sabadell, Compostela, Almendralejo, Xerez mas recientemente, o el barrio de Sant Andréu, que está a punto de subir a la misma categoría donde se encontrará el Granada CF la próxima temporada, suponen varios ejemplos de pueblos, o incluso barrios, que han disfrutado de la LFP en los últimos tiempos.
El balón naranja, siempre ha necesitado de la subvención del consistorio y ha dependido en mayor medida de un patrocinio mas concreto. En nuestro caso, el CB Granada ha necesitado del nombre de su ciudad para salir adelante. Está claro que eso ahora debe de cambiar, sin que esto suponga una “muerte” (que palabra más fea) segura para este deporte en la capital nazarí. Habrá que doblar esfuerzos para conseguir ese gran patrocinador privado que de nombre al equipo.
De cualquier modo, Torres Hurtado y su equipo de gobierno, deberán seguir apostando fuerte por la canasta en nuestra ciudad, no puede suponer un hándicap que el Granada CF llegue a la máxima competición nacional. Reducción de ayudas siempre que no sea posible igualar el apoyo si, anular la cuantía otorgada a los rojiverdes, no, ¿Qué sentido tendría? Aumentar la partida destinada a eventos deportivos con mas recursos y repartirla según porcentaje de socios de uno y otro conjunto, esto seria lo que el sentido común dictaminaría, siempre teniendo en cuenta en la sociedad que estamos, por que según mis preferencias, el edil granadino debería de preocuparse mas por los ciudadanos que pasan del deporte rey y la canasta e invertir en infraestructuras, equipamientos deportivos escolares y de base etc. Que esto si que lo disfrutan todos, a no ser que algunos no vayan ni a la escuela.